Publicidad

El diseño y la publicidad han mantenido estrechos vínculos a lo largo del último siglo XX. Des de la aparición de la imprenta, los avances tecnológicos han caracterizado la evolución del lenguage gráfico contaminando la producción artística de algunos creadores a lo largo de los siglos. En el siglo XX, movimientos como el cubismo, las palabras en libertad de los futuristas, el neoplasticismo, los caligramas de Apollinaire, los trabajos gráficos de El Lissitzky o de Bauhaus, así como los collages de Kart Schwitters se van alejando de las estrictas normativas que reinaban en el lenguaje gráfico. La relación entre diseño y publicidad se hace más evidente con la incorporación de objetos o imágenes producidas en serie en los ready made de Marchel Duchamp, en los trabajos de los constructivistas, Bauhaus, Pop Art, el movimiento Fluxus, el arte conceptual o el minimalismo. Este último, es que se desenvolupará seguidamente, intentando descubrir y exponer las influencias que la publicidad evidencia de este.

Una vez conocidos los orígenes del movimiento minimalista, busquemos sus primeros referentes en la publicidad. Nos remontamos a la década de los 60, con la Revolución Creativa. Ésta estaba caracterizada por que los creativos tenian una participación más importante en la dirección de las agencias. La apariencia de la publicidad en este período era limpia, minimalista y de baja densidad, con textos simples y una pincelada de humor en sí misma.

Los tres personajes destacados en el mundo de la publicidad que dirigieron esta revolución son: Leo Burnett, con su agencia Leo Burnett Worldwide; David Ogilvy, a través de Ogilvy & Mather; y Doyle, Dane y Bernbach, la pequeña agencia de publicidad llamada DDB que lideraba Bill Bernbach, creando obras como la ya famosa pieza "Think small". Este último trabajo realizado para la empresa Volks Wagen dotó a la publicidad de una fuerte personalidad, ya que no sólo cambió la forma de anunciar automóviles, sinó que también demostró que la buena publicidad podía ser aguda y entretenida. Y en lugar de mostrar imágenes recargadas con exclamaciones y ornamentos, DDB apostó por la simplicidad, aspecto muy evidenciado en la corriente minimalista.

Dave Saunders, en su libro 20th Century Advertising, lo describió así: "Era lo opuesto a la publicidad aspiracional, la antítesis del sueño americano". Otro ejemplo de la pieza publicitaria de carácter minimalista que se incorporó a la campaña de Volkswagen y del cuál también es autor Bill Bernbach es la que lleva por título "Is the economy trying to tell you something?", que se basa en un fondo de cuadrícula sobre el que hay dibujada una linea que representa la silueta de un coche y que incorpora un titular interrogativo y el logotipo de la marca.

Estos publicitarios supieron ver las necesidades emergentes de simplicidad que tenía la sociedad de la época, un sociedad que empezaba a estar cansada de lo cargado, lo ornamentado y supo ver en la simplicidad de los mensajes una solución y una manera de captar la atención. Lejos de los carteles publicitarios de la primera mitad del siglo XX donde todo estaba cargado de imagen, texto y no había espacio para el espacio vacío, la publicidad minimalista lo reduce todo a lo simple, a lo esencial de lo que se quiere transmitir.





Actualmente, el estilo minimalista en la publicidad se hace cada vez más evidente, ya que se trata de comunicar absolutamente todo mediante una imagen simple y un texto simple. Si entendemos que la sociedad de hace 30 o 40 años ya estaba cansada del bombardeo de imágenes y textos publicitarios, la sociedad actual es aún más reticente si cabe a lo pomposo, ornamentado y recargado, y solo podemos llegar al impacto con lo simple, puro y elemental, tanto en el campo de la publicidad como en otros campos como la arquitectura, la pintura y el diseño de interiores o mobiliario
. Podemos decir que hoy en día se observa que muchas piezas publicitarias optan por el estilo minimalista, así como las piezas de diseño gráfico también ponen su base en la forma y el color puros, básicos.